Lara Ríos
Por razones que no vienen a cuento, he decidido cerrar este blog y abrir otro dentro de unos días. Cuando tenga el nuevo blog, lo anunciaré por el facebook y por aquí, pues aunque he decidido cerrar el blog, no lo voy a suprimir. Os agradezco mucho, más de lo que pensáis, que me hayáis acompañado durante este tiempo y espero que alguno de los contenidos de este blog hayan sido de vuestro agrado. Y como se da la circunstancia de que una buena amiga, la poeta Lara Ríos, lleva una temporada por México, he pensado en cerrar el blog con uno de sus poemas:
OTRO MUNDO
Hay
un mar desconocido
Un
astro que envejece
Todo
es demasiado lento
Tan
sólo se nos cae el pelo
Pero
el verdugo se preocupa y nos ayuda
No
creo que nadie le ceda su plaza a un hipopótamo en la nave nodriza
Sólo
el verdugo puede hacer eso y cederle la tuya
Por
eso colecciona semillas
Colecciona
genes por eso
Nadie
nos está envenenando
La
naturaleza nos protege
El
estómago todavía es viejo
No
hubiéramos ido más allá del puente
Hay
que dar gracias por su legado
O
dejar de pensar y olvidar el paraguas de
la tormenta solar
Abandonar
las escuelas y fundar una institución del silencio
Buscar
un maestro acróbata entre las piedras del dolor
Yo
miento como le miente el amor a un niño
Los
reyes magos existen mientras exista su nombre
Dios
existía hasta que alguien lo nombró
Claro
que esto es mi punto de vista
La
academia de las abejas contradice la teoría del color
Y
los orines de un conejo son neones para el águila
Por
la leyenda de un bosque vuelan pájaros que llevan en el pecho
Manchas
del color de la sangre derramada
Yo
mastico el verde
Mastico
el rojo y el naranja
Mastico
el amarillo e inspiro azul porque no aspiro al nirvana
Inspiro
odio porque me desconozco en la medida exacta
Si
se pinta un cielo azul se aclara o empalidece con blanco de titanio
Una
pizca de rojo a medida que se acerca al horizonte
El
verdugo transforma el paisaje en su medida
Arranca
los colores del mapa del mundo como un astro despiadado
Mi
camino es poesía y aprendo del verdugo
Y
del que va mirando al cielo para no pisar las flores
Invento
constelaciones en el mapa de los días
Me
tumbo en la hierba boca arriba
Y
escribo cartas de amor en las almohadas de la tierra
En
parajes donde se rompe a cada instante el mundo de cualquier semilla
El
hombre crece y se multiplica
Y
el verdugo viene a poner orden
El
hombre nace
Llora
y lo rematan con un lazo
Pero
el hombre crece y se multiplica
Cada
nota levanta una columna de aire hasta encontrarse en otra altura
La
belleza de una lágrima es el prisma del silencio
El
sabor de la huella del salitre
Hay
que extraer
Del
mármol el blanco en el establo de Calígula
De
las venas el violeta en las cámaras de Hitler
Del
miedo el amarillo en las pirámides de Moctezuma
Hay
que extraer el azúcar de la sal en las tripas del azul
Porque
el mar es la jalea de la reina que regresa de su vuelo
A
su celda de los cielos preñada de ríos
Y
un día llegará la muerte con sus manos de aceite vestida de alienígena
Y
por fin desatará el nudo del ombligo